Las huellas más antiguas de asentamiento en lo que hoy día es Molvaria datan del 350AC. Desafortunadamente, solo 20 años más tarde el asentamiento de Molvaria fue saqueado por Alejandro Magno. Hay un largo periodo de tiempo en el que se han encontrado pocas evidencias sobre colonias importantes en la zona hasta el 400DC, cuando una pequeña fortaleza fue construida por una tribu nómada cerca de donde hoy se encuentra Pochiv. Desafortunadamente, en el 436 el asentamiento fue destruido, esta vez por Atila el Huno y sus hombres.

Alrededor del 1100 se construyeron asentamientos a la orilla del río Draga. Originalmente, sus habitantes lo llamaron Pogbak, pero con el paso del tiempo fue cambiando, y en 1560 la ciudad pasó a llamarse Pochiv, nombre que permanece hasta hoy. Durante este tiempo, Pochiv prosperó económicamente gracias a su perfecta localización para el comercio con el imperio Otomano por el sur, con Hungría y el Imperio Romano por el oeste y con la Horda de Oro (y más tarde con el Reino de Lituania) por el norte. Los alrededores de Pochiv también se beneficiaron de rutas comerciales, permitiendo la creación del Reino de Molvaria por parte del Rey Radul I en 1678.

Sin embargo, el joven Reino de Molvaria no duró mucho. En 1689 el Rey Radul I murió en la batalla húngara contra el Rey José I. Fue visto por la población de Molvaria como un hecho vergonzoso, puesto que José I solo tenía 11 años. Posteriormente, Molvaria fue absorbida dentro del Reino de Hungría, que en 1867 se convirtió en la monarquía dual austro-húngara.

Al encontrarse en la periferia este del imperio, Molvaria fue la gran olvidada de sus gobernantes. Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914 y el posterior asesinato de Franz Ferdinand, el heredero al trono austro-húngaro, la población de Molvaria tardó siete meses en descubrir que estaban en guerra. No fue hasta 1918 cuando el imperio se acordó de incluir a los soldados de Molvaria en la guerra, y para cuando llegaron a la frontera, la guerra ya había acabado.

Tras la disolución del imperio austro-húngaro a finales de la Primera Guerra Mundial, Molvaria pasó a formar parte de la Segunda República Polaca, donde permaneció hasta que Polonia fue invadida por la Alemania nazi en 1939. Tras la Segunda Guerra Mundial, Molvaria formó parte de la Unión Soviética hasta que la URSS colapsó en 1991. La República de Molvaria se creó poco después.

Tras lograr su independencia, el Reino de Molvaria ha ido prosperando favorablemente, y su futuro luce más prometedor que nunca.