El gobierno de Molvaria llevaba años admirando a los países productores de petróleo de Oriente Medio, así que quiso replicar su éxito vendiendo petróleo bruto. Sin embargo, todos sus esfuerzos se vieron frenados cuando se dieron cuenta que Molvaria no tenía petróleo crudo en ninguna zona de su territorio.

Sin embargo, el antiguo Ministro de Energía, Yuri Turgenev, no vio este hecho como un impedimento, y terminó ordenando a un grupo de ingenieros que crearan 4000 kilómetros de oleoductos que pudieran llevar el petróleo de los campos de Yemen hasta Molvaria. La parte más importante de este plan es que se mantuviera en secreto de las autoridades yemeníes.

El 18 de octubre de 2004, un grupo de 80 ingenieros civiles y 40 soldados de Molvaria entraron en Yemen, encubiertos como si se tratara de un circo. Se dirigieron a su primera «actuación» cerca de un gran yacimiento petrolífero y, durante la noche, los ingenieros empezaron a trabajar hasta perforar el oleoducto yemení. Sin embargo, algunos trabajadores locales, entusiasmados por la noticia de un circo que visitaba las instalaciones petrolíferas por primera vez, llegaron hasta donde se encontraban los ingenieros civiles y soldados y exigieron una actuación.

A pesar de no tener formación o experiencia circense, estos llevaron a cabo todo un espectáculo para los trabajadores petroleros yemeníes, siguiendo las instrucciones guardadas en un ordenador militar. Los trabajadores petroleros, al no haber visto muchos circos, disfrutaron lo que vieron: un payaso, un equilibrista y un hombre con un látigo domando a otro hombre vestido de león. Sin embargo, la última actuación aconsejada por el ordenador era la de un tragafuegos.

La explosión fue tan fuerte que se notó hasta en Egipto. Solo hubo tres supervivientes.